El 27 de octubre de 2024, recibimos dos reconocimientos, tanto esta servidora como Taller Guaguarey, por los logros alcanzados durante estos años. El primero fue de el Lcdo. Rolando Ortiz Velázquez, alcalde de la ciudad de Cayey; el segundo de Gretchen Hau, miembro de la Cámara de Representantes de Puerto Rico por el districto 29. Los reconocimientos fueron hechos dentro del marco de la actividad de entrega de reconocimientos a los maestros de la Escuela de Bellas Artes de Cayey.
Personalmente, considero como algo muy especial estos reconocimientos, que nos motivan para seguir trabajando fuertemente para que el Taller Guaguarey continúe sus servicios a niños, adolescentes y adultos. Durante el evento el alcalde compartió con los presentes su sorpresa por la rapidez con la que el taller se organizó y ha estado creciendo. En este proceso ha sido muy importante la decisión de integrarnos a Peace Development Fund, organización con base en Amherst, Mass. A través de esta organización es que se procesan las donaciones que recibimos.
Sin duda alguna, este ha sido un periodo de muchos retos y muchísimo trabajo. Por ejemplo, en agosto de 2017 la Escuela de Bellas Artes se vio obligada a cerrar sus puertas porque la Junta de Control Fiscal de Puerto Rico recortó el presupuesto fiscal del municipio. Esto trajo como consecuencia que la escuela se quedara sin fondos para su operación. Un mes más tarde, los huracanes Irma y María azotaron nuestra isla dejando al país devastado. Pero, ni la Junta de Control Fiscal ni los huracanes detuvieron a Taller Guaguarey. Por el contrario, la difícil situación nos dio más fuerza para seguir adelante. Utilizando todos los medios disponibles, continuamos ofreciendo nuestras clases. Taller Guaguarey se convirtió en ejemplo de resiliencia con el poder para explorar nuevas ideas y adoptarlas para mantenernos trabajando. Desde esa plataforma nos conectamos con los donantes que creen en nuestra misión.
Todo lo que hemos logrado me hace sentir orgullosa, agradecida y motivada para continuar trabajando incansablemente. Como maestra de alfarería, me siento con más aliento al ver los efectos positivos en mis estudiantes cuando trabajan con el barro. Veo claramente como van obteniendo la confianza y la libertad para expresar sus emociones y sentimientos mientras van dándole forma al barro. Todo esto se hace posible por la generosidad de todos los que nos apoyan con sus donaciones.
Las fotos a continuación son el testimonio de lo que aquí expreso. Nuevamente, gracias a todos y todas por las aportaciones económicas y de otra naturaleza para que podamos seguir trabajando para cumplir con la misión que nos hemos impuesto.